En un mundo cada vez más consumista, donde las ofertas y financiamientos “fáciles” nos rodean, nos encontramos propensos a caer en la trampa de vivir por encima de nuestras posibilidades. Sin embargo, una tendencia emergente ha ganado popularidad entre aquellos que buscan una vida más plena y sin estrés: el minimalismo financiero.
Esta filosofía no solo se enfoca en reducir el consumo, sino en redefinir nuestra relación con el dinero para alcanzar la ansiada libertad financiera, así lo mencionó Óscar Alejandro Chávez Medina, especialista en Finanzas de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
Para ello, catedrático de la UACH, nos explica a detalle:
Minimalismo financiero: Más que una moda, una filosofía de vida.
Esta filosofía aboga por simplificar la administración financiera personal y redirigirla a lo verdaderamente esencial. No se trata de vivir con privaciones, sino de hacer un uso consciente y responsable del dinero. Implica reducir gastos innecesarios, evitar deudas y priorizar ahorros e inversiones que nos brinden seguridad a largo plazo.
Reducción del consumo innecesario:
Uno de los principios fundamentales es la reducción del consumo innecesario. El primer paso hacia esta práctica es identificar y eliminar gastos superfluos, como suscripciones a servicios que apenas utilizamos, compras impulsivas y acumulación de bienes que no aportan valor verdadero a nuestra vida. Al hacerlo, podemos liberar una cantidad significativa de dinero que puede ser utilizado de manera más eficiente para cumplir nuestras metas y sueños.
Pasos hacia el minimalismo financiero:
Iniciar el camino puede parecer desafiante, pero con determinación y paciencia, es posible lograr cambios significativos. Es crucial llevar un registro detallado de todos nuestros gastos e ingresos, utilizando desde una simple libreta hasta una hoja de cálculo automatizada. Esto permite identificar patrones de consumo y áreas para recortar gastos, asegurando que los ingresos superen a los gastos. Adicionalmente, crear un presupuesto resulta fundamental para tener un control más preciso de nuestras finanzas y motivarnos al saber que podemos cumplir objetivos financieros si nos adecuamos a él.
Eliminación de deudas:
Para muchos mexicanos, las deudas son uno de los mayores obstáculos en la búsqueda de la libertad financiera. El minimalismo financiero promueve la eliminación de deudas como una prioridad, enfocándose en saldar primero aquellas con las mayores tasas de interés. Al liberar una deuda, no solo reducimos el estrés financiero, sino que también incrementamos la capacidad de ahorro e inversión.
Fondo de emergencias y seguros:
Una vez controlados los gastos y cubiertas las deudas, lo siguiente es constituir un fondo de emergencias, recomendado para cubrir de tres a seis meses de gastos fijos, destinado únicamente a situaciones extraordinarias. Además, es crucial contar con seguros que proporcionen una red de seguridad, permitiendo afrontar el futuro con mayor tranquilidad y confianza. Entre los más importantes están los seguros de gastos médicos, vida, vehicular, vivienda, responsabilidad civil y desempleo.
Inversiones: El siguiente paso.
El último paso, pero no menos importante, es el tema de las inversiones. Existen múltiples opciones adaptadas a todos los perfiles de riesgo y horizontes. Para los recién iniciados, una excelente opción son las inversiones de renta fija, como deuda gubernamental y bancaria, accesibles mediante plataformas como Cetes Directo y aplicaciones bancarias.
Beneficios del minimalismo financiero:
Adoptar una mentalidad de consumo consciente implica valorar la calidad sobre la cantidad y considerar el impacto ambiental y social de nuestros hábitos financieros. Un enfoque minimalista ofrece múltiples beneficios más allá de la mera reducción de gastos, destacando la tranquilidad y reducción del estrés, ya que la seguridad financiera permite enfrentar imprevistos con mayor calma y confianza.
Una vida más plena y con propósito:
Menos compras y posesiones significan menos tiempo dedicado a mantener y organizar nuestras pertenencias, resultando en más tiempo y energía para actividades y personas que realmente importan. La libertad y flexibilidad que brinda no estar atados a deudas ni a un estilo de vida costoso permite tomar decisiones importantes como cambiar de empleo, emprender, formar una familia, viajar y explorar nuevas oportunidades. Además, el minimalismo financiero contribuye a un consumo más sostenible, optando por productos de mayor calidad y durabilidad, reduciendo la huella ecológica.
El minimalismo financiero no es una moda pasajera, sino una respuesta consciente y necesaria a la cultura del consumismo excesivo que ha permeado profundamente en Occidente. Adoptar este enfoque puede transformar nuestra relación con el dinero, proporcionando mayor paz mental y libertad para vivir una vida más plena, significativa y con propósito, puntualizó el catedrático de la UACH, Alejandro Chávez.