Un grupo de maestros investigadores de la Facultad de Ciencias Agrotecnologicas de la UACH, extensión Cuauhtémoc, trabajan en la creación de una semilla de avena genéticamente superior a las existentes en el mercado.
Para lograr este objetivo los investigadores combinan 10 variedades que se seleccionaron al considerar las propiedades más sobresalientes de cada una, con el fin de integrar todos los beneficios en una sola clase de semilla.
Adalberto Ortega Ortega es el responsable de un equipo de 6 maestros investigadores, de los cuales 3 son parte de la facultad, y son jubilados del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, cuyo propósito es perfeccionar la avena de Chihuahua, cuya entidad es la principal productora de esta semilla en todo el país.
El objetivo es brindar estas propiedades al mercado y satisfacer sus necesidades, como el forraje para ganado, ya que esta semilla en México está principalmente dedicada a esa área por sus características de volumetría, digestibilidad, etc.
El proceso consiste en la selección del material parental, para ello, se forman poblaciones multiparentales, conocido como Múltiples Cruces de Generación Avanzada, “MAGIC” por sus siglas en inglés, donde se utiliza un método llamado “dobles haploides” que reduce el tiempo de espera del proceso, pues duplica el material genético.
El maestro dijo que este proceso inicia con la mezcla de 10 variedades de semilla que son como los padres durante el proceso, ya que son los encargados de transmitir la información genética, y, que luego de reproducirse entre ellos, dejan un tipo de semilla que combina todas las características de los progenitores.
El maestro dijo que este proyecto fue incentivado por la gran área de oportunidad que vio en la región, pues en los últimos 20 años, las variedades de avenas del estado no han sufrido cambios.
Se espera que el resultado sea exitoso, pues de ser así, esta población multiparental de avena sería la primera en México.
La investigación aún no se encuentra en su etapa final, pues es un proceso largo que estima un año más de análisis para comprobar que los resultados que se desean, sean un hecho, sin embargo, los docentes de la UACH trabajan por hacer de esta investigación una realidad.