Apegado al compromiso de gobierno cercano y que escucha a la ciudadanía, el alcalde Marco Bonilla Mendoza caminó por calles de la colonia Concordia, para escuchar en voz de los vecinos, aquellas situaciones que el Gobierno Municipal debe atender para el desarrollo de las familias.
La primera gestión que Marco Bonilla recibió en el recorrido, fue la apertura de calles que por razones desconocidas fueron cerradas por los mismos habitantes. El primer caso expuesto fue el de la calle Aldama a la altura de la calle Francisco I. Madero, que, por un conflicto entre familias, se bloqueó el paso, afectando a todo el sector, sin embargo, el Alcalde explicó que el caso se turnaría a la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología (DDUE), quienes serían los encargados de analizar la situación.
En ese mismo sentido, también fue denunciado el bloqueo de la calle Francisco Javier Mina a la altura de la calle 79, pero al igual que la problemática anterior, fue será turnado a la DDUE.
Sobre la misma calle Francisco Javier Mina, el señor Francisco López y María Cruz, informaron al Presidente Municipal, que el camión de la basura, por ser una calle cerrada, no entra para llevarse los desechos domiciliares, situación que fue turnada de inmediato por Bonilla Mendoza al director de Mantenimiento Urbano, Fernando Coarasa, quien asistió al recorrido.
Por otro lado, al caminar por la calle Francisco I. Madero la cual es una de las principales vías de comunicación de la Concordia, el vecino Humberto Muñoz, hizo la solicitud del remplazo de las lámparas de alumbrado público que por ser una calle muy amplia los actuales focos no alcanzan a iluminar bien toda el área.
También este ciudadano, hizo la petición de actividades culturales y deportivas en el centro comunitario, solicitud que también Marco Bonilla giró la orden de atender a la brevedad a la directora del Instituto de Cultura del Municipio, Fernanda Bencomo, presente en esta actividad.
En cuanto a temas de seguridad, el director Julio César Salas González y el alcalde Marco Bonilla, escucharon a los colonos de la Concordia, que concedieron que necesitaban un aumento de patrullaje por el sector.