Una actualización de un programa de seguridad puso en jaque a aeropuertos, bancos, hospitales y diferentes empresas en todo el mundo durante la madrugada de este viernes con un apagón que se prolongó por varias horas.
Uno de los mayores fallos informáticos de los últimos años provocó este viernes incidencias de calado en todo el mundo, afectando a aerolíneas internacionales, compañías ferroviarias, bancos y empresas de telecomunicaciones.
La avería, que al parecer se debió a una actualización de un programa antivirus, impactó también en las “operaciones informáticas” de los Juegos Olímpicos de París, informó el comité de organización del evento, a una semana de la ceremonia de apertura el 26 de julio.
En una notificación publicada en su página web, la empresa estadounidense Microsoft indicó que los problemas empezaron el jueves por la tarde y que afectaron a los usuarios de Azure, su plataforma en la nube, que controlan el software de ciberseguridad CrowdStrike Falcon.
El director general de CrowdStrike, George Kurtz, indicó que los clientes se vieron afectados “por un defecto encontrado en una actualización de contenido de los usuarios de Windows“.
“El problema fue identificado, aislado y se ha aplicado una corrección”, escribió en las redes sociales X y LinkedIn.
Las acciones de la empresa cayeron un 20% en las operaciones previas a la comercialización.
El gobierno alemán, basándose en información recopilada por sus funcionarios encargados de ciberseguridad, había indicado poco antes que el fallo se debía a una “actualización defectuosa” de esta empresa.
La agencia de ciberseguridad francesa, la ANSSI, no encontró “evidencias” para sugerir que el fallo se debiera a un ciberataque.
La avería provocó perturbaciones en varios aeropuertos internacionales, cuyos sistemas de facturación sufrieron problemas.
Así, por ejemplo, se formaron multitudes en el aeropuerto alemán de Berlín-Brandeburgo, con cientos de pasajeros esperando indicaciones en plena temporada de vacaciones.
“Estoy en un limbo”
En el aeropuerto australiano de Sidney se formaron también largas filas frente a los mostradores y las pantallas de vuelos.
“Estoy en un limbo”, comentó a la AFP Alexander Ropicano, un pasajero de 24 años. No sé “cuánto tiempo tengo que esperar aquí”, dijo el joven, que esperaba embarcar para Brisbane para visitar a su novia.
Fuente: El Economista