Hoy se cumple un año desde la tragedia que sacudió nuestros corazones, pero aún no hemos visto justicia ni acción adecuada por parte de las autoridades responsables. El 27 de marzo de 2023, cerca de las 22 horas, un incendio arrasó el albergue del Instituto Nacional de Migración (INAMI) en Ciudad Juárez, Chihuahua, dejando a su paso cuarenta vidas perdidas y veintinueve personas heridas, mientras decenas de migrantes permanecían detenidos en el lugar, sin que se les abriera la puerta para poder salir.
El Presidente de México, en lugar de asumir responsabilidad y tomar medidas concretas para prevenir tragedias futuras, se limitó a tratar de justificar su inacción. Sus palabras de explicación no son más que una insultante falta de sensibilidad hacia las víctimas y sus familias.