Los resultados están ahí. Ya es el 3 de junio. Xóchitl perdió, MORENA ganó la mayoría de aplanadora que había ostentado hasta la fecha. Quienes contábamos con que la democracia iba a triunfar perdimos. No salió a votar el número de ciudadanos que se necesitaban para impedir que la catástrofe ocurriera.
Los demócratas perdimos, ganaron los “trinis” (tontos, resentidos, ignorantes, necesitados o interesados. No hay chairo que no encaje en alguna de esas cuatro categorías, si no eres uno, eres otro)—.
Usted, ciudadano digno, inteligente, comprometido, estará triste porque aunque salió a votar y movió a su parentela entera (incluido el cuñado o el yerno que le caen medio gordos), perdió la oportunidad de reconstruir a México.
Sin embargo, las malas noticias no han terminado; como luego se dice: “de lo perdido lo que aparezca” y por eso, su labor no ha concluido. Esta gesta no ha terminado y está muy lejos de concluir, el anciano loco y majadero que nos gobierna nunca, jamás, ha reconocido una derrota; por tanto, se avecina una de las luchas políticas más duras que hayamos enfrentado los mexicanos en el siglo XXI y posiblemente será igual de heroica que la Guerra Cristera, cuando los mexicanos decidieron enfrentar al gobierno para defender su fe.
Esta vez, no es un tema de religión el que nos ocupa; es, si cabe, un asunto más grande, más delicado, más importante: se trata de defender la vida, la verdad y la libertad de todos los mexicanos —incluidos los chairos o, como los he motejado, los “trinis”. Si usted tomó providencias para salir a votar e invitar a votar a parientes y amigos, sea igual de diligente para cuidar los paquetes electorales porque es preciso impedir que la diferencia sea mayor entre quienes ganaron y quienes perdimos. Esté atento al llamado que, sin duda, harán los partidos políticos para que salga a cuidar y a proteger el voto. Es importante que las bodegas donde se resguardan los paquetes electorales estén vigiladas en forma permanente hasta que inicien los cómputos electorales, lo que ocurrirá el próximo miércoles 5 de junio.
Yo sé que usted no puede partirle su mandarina en gajos a la noche del domingo, a la del lunes y a la del martes, pero sí puede regalarnos una de ellas, o una media tarde o una media mañana; algunas horas de su valioso tiempo, para cuidar a la democracia y con ella a la libertad y con ella a la verdad y con ella a la vida.
No lo dude, el gobierno viene con todo para perpetuarse, para quedarse en el poder los próximos 25 o 30 años y más, si puede… si lo dejamos.
¿No me cree? Más de 75 años en China, más de 69 en Corea del Norte, más de 65 en Cuba; la URSS, ese engendro de Satanás, pervivió largos 71 años después de uno de los fracasos más estrepitosos en la historia del mundo. China perdura, sí, y hay prosperidad económica, también; pero padece un gobierno dictatorial y un capitalismo salvaje que ha enriquecido a unos cuantos, todos vinculados a la jerarquía política del régimen. ¿De Corea, Venezuela y Cuba?, mejor ni hablar, pueblos depauperados cuyos ciudadanos parecen más zombis que personas.
Las dictaduras de extrema izquierda llegan para quedarse; sólo los muy idiotas no ven los signos: la dilapidación de caudales públicos en obras faraónicas que no funcionan ni funcionarán, dádivas para comprar cuentachiles, división y polarización social, militarización extrema y adoctrinamiento. Ése es el futuro de México en el mediano y largo plazos; y es ése, porque AMLO y su partido MORENA y sus candidatos, lo han proclamado a los cuatro vientos: van por una transformación del régimen, van por una nueva Constitución, van por el 2.º piso de la 4T, van por más de lo mismo: empoderar narcos, apretarle el pescuezo a los emprendedores, destruir la clase media, desmantelar las instituciones, cooptar al ejército y sumirnos en un país de mezquindad y miseria económica y moral generalizadas. Y no, no, no, trinis imbéciles, todavía no somos Venezuela y puede que tardemos años en llegar ahí (México es mucho México), pero va a ocurrir; va a pasar porque un gobierno que gobierna a base de embustes, de mentiras descaradas y autoengaños, está destinado al más rotundo fracaso.
Por eso, ciudadano, ciudadana, su gesta no ha terminado aún; es preciso concluirla: evitar que integrantes de MORENA, del crimen organizado, del Ejército o de la Guarda Nacional, disfrazados o a cara descubierta, se roben o alteren los paquetes o la papelería electorales o violenten los lugares de resguardo. Es necesario estar alertas y pendientes del llamado que hagan los partidos políticos para cuidar la elección en lo poco que nos queda; por lo pronto, organicemos verbenas o tardeadas, que no falte la música y el festejo, que haya risas y cantos, mientras esperamos los resultados finales que, sin duda, en Chihuahua, debemos proteger. Recuérdelo: el que pierde no pierde todo y el que gana no gana para siempre. Sigamos la lucha de pie.
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Luis Villegas Montes.