SpaceX lanzó este jueves por la noche el octavo vuelo de prueba integrado de su gigantesco sistema de megacohetes Starship, con el objetivo de poner a prueba la nave espacial y lograr los objetivos que no se lograron durante su anterior prueba de fuego en enero. Pero, al igual que el séptimo vuelo de prueba, el octavo vuelo también terminó con la pérdida del vehículo Starship.
Aunque la compañía tuvo éxito en capturar un propulsor del cohete cuando regresó a la torre de lanzamiento, la nave espacial Starship se perdió.
La misión no tripulada despegó a las 6:30 p. m. (hora de Miami) desde la instalación de SpaceX en Starbase, en el sur de Texas. La compañía había cancelado un intento de lanzamiento el martes debido a “demasiadas incógnitas”, según el CEO de SpaceX, Elon Musk, que llevaron a una cancelación.
La nave espacial Starship, también conocida como la etapa superior, se montó sobre el cohete propulsor Super Heavy de 232 pies de altura (71 metros de altura).
Super Heavy se separó de la etapa superior después de aproximadamente 2 minutos y medio de encendido.
Luego, el propulsor se preparó para un aterrizaje exitoso dentro de los brazos “chopstick” de “Mechazilla”, o la torre de lanzamiento de SpaceX, cerca de Brownsville, Texas.
