Ucrania asegura haber conseguido ganancias significativas contra las tropas rusas, retomando más de 3.000 km² de territorio en los últimos días.
“No sobreestimes la habilidad de Ucrania para sorprender”, me dijo un alto funcionario militar estadounidense a comienzos del verano, cuando Rusia continuaba avanzando en el Donbás.
La capacidad de Ucrania para sorprender se ha convertido en una insignia de esta guerra. Primero forzaron la retirada de Rusia de Kyiv, la capital, y luego realizaron ataques en Crimea, península bajo dominio ruso desde 2014.
Ahora está ocurriendo una sorpresa más en el este del país.
A pesar de un avance lento, agotador y costoso para su ejército, Rusia había conseguido sus mayores conquistas en esta zona. Ahora es Ucrania quien avanza aquí, recuperando miles de km² de territorio en cuestión de días.
Las mayores conquistas ucranianas se han producido en el este alrededor de Járkiv. El último informe de inteligencia de Reino Unido indica que los territorios liberados comprenden alrededor de más de 3.000 km², aunque es difícil concretar por las continuas batallas y el vetado acceso de periodistas a la primera línea.
Ucrania dice haber capturado ciudades clave e importantes como Izyum y Kupiansk, centros logísticos que usaba Rusia para suministrar a sus tropas en el Donbás. Solo esas pérdidas suponen un tremendo golpe para el ejército ruso.
Claves del avance ucraniano
La sorpresa ha sido la clave en los avances ucranianos. Eso y el uso inteligente de armas occidentales, incluyendo plataformas de misiles de largo alcance británicas y estadounidenses, empleadas para destruir las líneas de suministro rusas, vertederos de municiones y puestos de comando.
La semana pasada, el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, dijo que la artillería de largo alcance había impactado más de 400 objetivos clave durante el verano.
Antes de la llegada de estas armas, Rusia siempre mantuvo una ventaja numérica en artillería. Ahora las cosas parecen haber cambiado y funcionarios de inteligencia estadounidenses afirman que Rusia busca la ayuda de Corea del Norte para hacerse con millones de proyectiles de artillería, sugiriendo que sus reservas se han agotado seriamente en seis meses de conflicto.
El impacto de esas armas occidentales y la determinación ucraniana de recuperar territorio han forzado que las fuerzas rusas protagonicen algo que parece como una retirada caótica. Imágenes en redes sociales muestran tanques, vehículos blindados, armas y municiones abandonadas y dejadas atrás con las prisas.
Curiosamente, el avance en el este ha sido mucho más rápido que la bien publicitada ofensiva de los ucranianos en el sur hacia la ciudad de Jersón.
Ucrania había telegrafiado esa ofensiva mucho antes de que comenzara, mientras guardaba silencio sobre sus planes para el este. Ahora todo parece haber sido parte de su plan: distraer mientras ocultaba lo que preparaba en el este.
Está claro que Ucrania despistó con éxito a Rusia. Durante los últimos meses, Rusia ha estado redistribuyendo fuerzas desde el este para reforzar sus defensas en el sur. Ambos frentes son ahora vulnerables.
¿Por qué los avances ucranianos implican también peligro?
A Ucrania le está resultando más difícil lograr avances en el sur, donde están más expuestos y tienen que luchar en su mayor parte en campo abierto. Un ejército que avanza necesita más tropas y potencia de fuego para vencer a un ejército defensor.
El peligro para Ucrania es similar ahora a los que enfrentó Rusia en las primeras fases de la guerra en términos de municiones, equipamiento y tropas. Mientras mayores sean las ganancias, más largas y expuestas quedarán las líneas de suministro, que podrían ser atacadas desde la defensa rusa.
También existe el riesgo de que aquellas fuerzas que han avanzado más creen un bulto en la línea defensiva, pudiendo verse rodeadas.
A pesar del optimismo, el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, advirtió que sus fuerzas en el este podrían ser más vulnerables a un contraataque ruso. Tomar territorio no es suficiente. Un ejército también tiene que mantener el terreno conquistado.
La doble ofensiva de Ucrania sigue siendo arriesgada y puede sufrir reveses con facilidad. Sin embargo, esto va más allá de recuperar terreno, aunque sea el objetivo final.
Ucrania envía una señal al mundo de que realmente cree que puede ganar esta guerra y utiliza sus conquistas para pedir más armas occidentales.
Esta ofensiva llega en un momento crítico. Nos encontramos a las puertas del invierno en Europa, cuando será más difícil luchar y se pondrá a prueba la voluntad de Occidente.
La guerra está lejos de terminar, pero Ucrania muestra una vez más al mundo su capacidad para sorprender y superar las adversidades.
Fuente: BBC.com