–Los convencen para que, de manera voluntaria, ellos mismos cubran sus grafitis o realicen trabajos en favor de la comunidad
La Unidad de Atención a Pandillas (UAP) de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), trabaja con jóvenes grafiteros o que han tenido conflictos con la ley para que de manera voluntaria, reparen sus propios daños y cubrir las pintas que han provocado en diferentes puntos de la ciudad, o bien a realizar trabajos en favor de la comunidad.
Además de las funciones policiales que realizan en las calles para cuidar de la comunidad, desde hace varios años dicha Unidad ha enfocado parte de sus esfuerzos en el trabajo con niñas, niños y adolescentes, que son vulnerables a formar parte de grupos pandilleriles y que provocan daños por grafitis.
Para lograr persuadirlos de evitar realizar estas pintas, por medio del trabajo comunitario los uniformados conviven con ellos y crean conciencia sobre las consecuencias de cometer faltas administrativas o delitos, haciéndoles ver la importancia de conducirse con respeto hacia su persona, hacia sus familias y hacia la sociedad.
El policía segundo Josué Burciaga Castañeda, encargado de la Unidad de Atención a Pandillas de la DSPM, dijo que una de las maneras de identificar los grafitis, sobre todo en el primer cuadro de la ciudad, es mediante los patrullajes que ellos realizan diariamente, los cuales generalmente llevan una marca o estilo particular que los hace deducir quién o quiénes pudieron haberlos cometido.
Generalmente se trata de menores de 18 años, y en un porcentaje más bajo, de adultos con problemas conductuales, que suelen manifestarlo a través de la realización de pintas en paredes de edificios públicos, viviendas o monumentos y quienes, al ser identificados por los elementos adscritos a la UAP, se reúnen con ellos para persuadirlos de reparar los daños.